Esta maravilla para los fines de semana se prepara con solo tres ingredientes: parmesano, aceite de oliva y pasta. Si bien puede parecer imposible preparar una salsa de calidad de restaurante con solo aceite de oliva y queso, Esta técnica demuestra lo contrarioAl mezclar parmesano rallado, agua fría y un chorrito de aceite en una licuadora, se obtiene una salsa aterciopelada que se adhiere perfectamente a la pasta. Al agregar la mezcla de parmesano licuado a la pasta, el queso puede formar grumos, pero no se preocupe: con un poco de agitación y un poco de líquido de cocción de la pasta, se derretirá de manera uniforme. Esta pasta recuerda a los macarrones con queso de los adultos: cremosa, sabrosa e irrefutablemente reconfortante.
Si bien puedes servirlo así directamente de la olla, la receta es ideal para agregarle ingredientes: una ralladura de ajo crudo puede darle un toque picante, una lluvia de ralladura de limón lo alegraría, una pizca de hojuelas de pimiento rojo triturado agregaría algo de picante y un poco de pan rallado tostado le daría un toque crujiente bienvenido.